viernes, 21 de octubre de 2011

Punto final

Luego de una remontada anímica y futbolística, el conjunto "azul" llegaba a la última fecha de la segunda ronda del torneo, con chances de lograr un lugar en la clasificación hacia la siguiente ronda.

En este caso, el rival iba a ser un viejo conocido del equipo: Don Grillo. Luego de varias hipótesis sobre el rival, sobre el presente del equipo, sobre la cancha, el horario, los rivales "indirectos" y demás clichés, el "basurero" iba a jugar todas sus chances en el final de una ronda que había arrancado de forma catastrófica en cuanto a los resultados, pero que en el juego había mejorado después de una primera ronda más rústica que futbolera.

Comienzo del partido y los nervios ya invadían a los jugadores. El rival se presentaba con 9 jugadores durante los minutos iniciales hasta que sumó un jugador más a los 10min de iniciado el match. Enrique no podía generar juego, pero sí llegaba con riesgo gracias a algunos pelotazos aislados que encontraban a Tomi atento para controlar la pelota pero desconcentrado a la hora de definir.

Las noticias sobre la cancha de al lado se sentían cada vez más fuertes. Sólo un gol ponía a Enrique en tercera ronda. Esto hizo que el equipo se desespere en busca de la heróica. Pero, además de tener un árbitro que poco interés le puso a su trabajo, el arco rival hacía todo lo posible para cerrarse e impedir que los de azul emboquen la redonda en su interior.

Fue empate nomás y punto final para la aventura de Enrique en el torneo.

Después de ver y analizar situaciones, hay que rescatar el forzoso camino construído para llegar a esa definición. Los compromisos, las lesiones, las ausencias, las ganas, la motivación, los partidos tempranísimos y todo el empeño que cada uno le puso para formar un grupo bárbaro. Desde el primer amistoso donde de a poco aparecían las caras nuevas, hasta la idea de establecer un equipo competitivo, las ganas por tener camisetas propias, página de internet, cenas y partiditos de fútbol entre semana. Todo eso encuadraba cuando, a la hora de jugar, había aproximadamente 15 personas por partido y hasta el día de hoy, cada uno conoció personas excelentes con las cuales da gusto defender la camiseta de Enrique FC.

Se termina un capítulo de una historia que va a tener varias páginas más para escribir. Ojalá sigamos todos juntos y podamos seguir escribiendo la historia de este equipo que cada día, crece un poco más.

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